martes, 18 de noviembre de 2008

Dioniso vs Burger King

Por cierto,
Hay que ver lo que se parece la representación de Dioniso de la imagen que acompaña a la entrada referente al texto de Nietzsche sobre la deidad griega y el personajillo ese bromista que se ha convertido en el logo encarnado de la publicidad de Burger King. A estas alturas ya sabemos todos que la publicidad como ideología del capitalismo se apropia absolutamente de todos los conceptos y prácticas de los que pueda extraer un rédito económico, porque además a la par, debilita esos conceptos y prácticas como posibles vías de contestación al sistema. Pero imaginar que el éxtasis dionisíaco, que la operación de deshumanización colectiva y comunión orgiástica que tenía lugar en los ritos báquicos, pueda ahora ser reducida a la ingesta de hamburguesas, es algo que no tiene ya nombre. Esto de aquí abajo, amigos míos, esto es lo Innombrable. ¿Casualidad?

viernes, 14 de noviembre de 2008

Producción hormonal del género y superficie de inscripción

Transcribo más abajo un fragmento correspondiente a la entrada del blog de mi amiga bellacomoelmiedo, relativo a una entrevista real con su médico:

"ahora mismo, (justo ahora que empiezo la investigación sobre B.P.) resulta que se está prohibiendo el uso de la testosterona, que hace bien poco se consideraba muy eficaz para aumentar la líbido en las mujeres con disfunciones en los apetitos sexuales a causa de la depresión o la menopausia.
La pregunta incisiva de este cuerpo fue: ¿por que?
Respuesta: Se cuestiona si realmente afecta a la líbido sobre todo porque esa terapia supone un trauma, hay una cosa muy importante y es que la testosterona es una hormona "masculina" y su efecto sobre el cuerpo de la mujer es demoledor, y eso es lo más importante.
pregunta más incisiva aún: ¿por que es demoledora esa hormona que ud llama "masculina", concepto por cierto que se me escapa, no sé qué quiere decir, ¿es que soy materialista sabe?
Respuesta: pues, mujer, en tanto que podria salirte más pelo y podría cambiarte la voz.... Ya sabes, esas cosas.... Luego mejor no usarla en el cuerpo de una mujer."

La cosa es muy interesante porque la médico revela cuál es el sentido de la producción de género en el cuerpo: el flujo molecular de hormonas que determina una plástica de la superficie. Y lo reconoce sin ningún tapujo al asegurar que la ingestión de testosterona podría tener efectos demoledores en la mujer al abrir la posibilidad del fenómeno de la pelosidad en el rostro. Es decir, esta mujer remite la especificidad del género a un efecto de superficie definido negativamente por un conjunto de atributos corporales que se le suponen a un género y no a otro. Pero lo más preocupante de todas estas determinaciones médico-políticas en la producción y control de los géneros es que a la par que se revela la vulnerabilidad de las opciones femeninas en la configuración del género de las bio-mujeres, se ahonda en esa vulnerabilidad, hasta el punto de indicar la necesidad de sacrificar la alegría y la potencia del sujeto mujer en pos de una conservación de los caracteres ontológicos que se suponen esencializan a ese sujeto mujer. ¡¡No tomes testosterona buena y linda mujer, tú sigue con tus estrógenos y tu depresión, no sea que tu alegría la tengas que pagar al precio de una barba!! Terrible, cínico y cruel...

lunes, 10 de noviembre de 2008

porno duro

¿Les gusta la literatura de terror, sienten fascinación por el porno? Pues aquí va una revelación que hará las delicias de los amantes de la carne en esas sus 2 vertientes. "Me voy a poner a estudiar la oposición", tachaaaaaán...Ya os lo dije, he desnudado mis intimidades más truculentas. Pero quien avisa no es traidor. Así que se acabó el publicar entradas con la "profusión" que lo he hecho hasta ahora, se acabó el hacer el gandul y el dedicarme a tachar a todos los hombres de zorras sodomíticas. Nadie lo va a lamentar, lo sé porque mis lectores se pueden contar con los dedos de la pata de un avestruz. Por cierto Rubén, que he leído tu última entrada en marginalia y puedes tener por seguro que la próxima vez que el cielo rompa a llover sobre ti, serán las emocionadas lágrimas de Damiano las que humedezcan tu regia cabellera pornófila...También leí Eva tus dos últimas entradas y creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme que estás más viva que yo, y fácilmente puedo imaginarte revoloteando como un grácil cuervo por entre el delirante vaivén de los danzarines cuerpos de una bacanal sonora de los 60, pero a mí no me veo.
Eso sí, allí estaré para armar follón cuando haga falta. Para sumarme como un átomo más a la agitada molécula viral que infecte las ya podridas entrañas de nuestros carceleros.

Hasta la tira.....

domingo, 9 de noviembre de 2008

La embriaguez colectiva o Revolución


"...El arte dionisíaco, en cambio, descansa en el juego con la embriaguez, con el éxtasis. Dos poderes sobre todo son los que al ingenuo hombre natural lo elevan hasta el olvido de sí que es propio de la embriaguez, el instinto primaveral y la bebida narcótica. Sus efectos están simbolizados en la figura de Dioniso. En ambos estados el principium individuationis queda roto, lo subjetivo desaparece totalmente ante la eruptiva violencia de lo general-humano, más aún, de lo universal-natural. Las fiestas de Dioniso no sólo establecen un pacto entre los hombres, también reconcilian al ser humano con la naturaleza. De manera espontánea ofrece la tierra sus dones, pacíficamente se acercan los animales más salvajes: panteras y tigres arrastran el carro adornado con flores, de Dioniso. Todas las delimitaciones de casta que la necesidad y la arbitrariedad han establecido entre los seres humanos desaparecen: el esclavo es hombre libre, el noble y el de humilde cuna se unen para formar los mismos coros báquicos. En muchedumbres cada vez mayores va rodando de un lugar a otro el evangelio de la armonía de los mundos: cantando y bailando manifiéstase el ser humano como miembro de una comunidad superior, más ideal: ha desaprendido a andar y a hablar. Más aún: se siente mágicamente transformado, y en realidad se ha convertido en otra cosa. Al igual que los animales hablan y la tierra da leche y miel, también en él resuena algo sobrenatural. Se siente dios: todo lo que vivía sólo en su imaginación, ahora eso él lo percibe en sí. ¿Qué son ahora para él las imágenes y las estatuas? El ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte, camina tan extático y erguido como en sueños veía caminar a los dioses. La potencia artística de la naturaleza, no ya la de un ser humano individual, es la que aquí se revela: un barro más noble, un mármol más precioso son aquí amasados y tallados: el ser humano. Este ser humano configurado por el artista Dioniso mantiene con la naturaleza la misma relación que la estatua mantiene con el artista apolíneo..."

La Visión Dionisíaca del mundo, Frederick W. Nietzsche

viernes, 7 de noviembre de 2008

El uso de la violencia


Amigos y lectores.
Este post corresponde al fragmento de una entrevista que le hicieron a Toni Negri en la Vanguardia/rebelión, el 26 de noviembre de 2004. En él defiende explícitamente la posesión de armas por la multitud como garantía de la paz. Voy a poner el enlace a la entrevista y el pequeño comentario que me ha merecido a raíz de los ataques que le hacen a Negri por mantener esta postura.

http://www.nodo50.org/tortuga/Toni-Negri-La-Multitud-deberia

P: Y usted apuesta por las multitudes...

T.N: Por la multitud como multiplicidad de singularidades con capacidad de reconocerse en lo común, de expresar autónomamente sus razones. Y eso es inteligente. Esa potencia existe y hemos de desarrollarla hoy.

P: Y si no, ¿qué?

T.N.: Si no, el imperio: es decir, el gobierno global que el mercado global precisa. Y, así, ¡siempre alguien decidirá sobre nosotros! Alguien decidirá las guerras, por ejemplo.

P: No sé si eso podrá tener nunca remedio...

T.N.: Sí: la multitud debería disponer de las armas. Que todos podamos tener armas libremente, como sucede en Estados Unidos...

P:¿Habla en serio?

T.N.:Sí. Ya sé que eso puede tener sus efectos negativos, como el caso de Columbine..., ¡pero está claro que la única defensa democrática es la resistencia desde la comunidad! Es la garantía de la paz, de evitar guerras hechas hoy por ejércitos que, integrados por mercenarios, actúan como policía mundial.

Y aquí mi respuesta a los post en el que se le ataca:

¿Cómo conquistar un espacio de éxodo? Yo creo que yerra el compañero que establece la total aleatoriedad de las determinaciones del concepto de multitud en Toni Negri. Y precisamente contra la opinión de otro compañero de los que ha posteado, la defensa de la posesión de armas (que no del uso arbitrario) dibuja el marco determinista difuso en que la multitud actúa. Me explico, ¿cómo va la multitud a conquistar un espacio de éxodo, cómo va la multitud a arrebatarle a la cuadriculación política del mundo un espacio de libertad, si no es generando una fuerza potencialmente destructiva? Ni siquiera Spinoza pudo escapar a las determinaciones negativas de la multitud y tuvo que abogar una y otra vez por la existencia dentro de la comunidad de una fuerza represiva de lo desintegrante. ¿Han vivido alguna vez una experiencia de ocupación y desalojo? Pues imaginen eso a una escala global...Y después de reflexionar sobre ello, me vuelven a contar si es preciso o no generar potencias intimidatorias para escapar al Imperio...Por cierto, la experiencia histórica española en la Guerra Civil es un ejemplo bastante taxativo de cómo la posesión de armas por la multitud facilitó la anarquización de grandes espacios y de cómo su posterior usurpación constituyó una traición a la Revolución y finalmente el triunfo del fascismo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Me gustaría...




Me gustaría salir el 15 de noviembre. Salir de verdad a la calle, a tomarla, a arrebatársela a las cuadrículas opresivas de la gestión política. Me gustaría salir vestido de travesti, que no de mujer, pues el travesti constituye una esencia propia. Me gustaría que se me acercara un poli, con su porra-falo en mano desafiando mi caótico vagar. Me gustaría preguntarle si acaso desea algún servicio de mí (el travesti es puta por definición). porque yo no deseo ninguno de él. Me gustaría, una vez en el suelo el policía fulminado por la furia divina, clavarle el tacón en el ojo y derramar su humor acuoso por la vía tomada. Me gustaría que ese viscoso trazo se erigiera en la firma con que ese capítulo de la micro-historia se escribe. Me gustaría que las hordas de asesinos al servicio del Estado se abalanzaran sobre mí con toda su furia para vengar la mutilación de su pestilente compañero y en ese instante levantar mi minifalda amarilla y encañonar a esa turba con mi polla-bazooka. Me gustaría dispararles un torpedo de fuego en toda la cara, y convertirme así en la dísfora heroína de este cuento de hadas.

Me gustaría...

Venga, TODOS A TOMAR LA CALLE EL 15 DE NOVIEMBRE. QUE PAGUEN ELLOS LA CRISIS.

viernes, 24 de octubre de 2008

Lo Viscoso

Se sienta a mi lado. El escenario es simple. Dos asientos contiguos en el autobús. Se sienta abriendo ligeramente las piernas. Justo en ese momento deseo acercar mi mano a ese vértice cavernoso que une sus extremidades. La acerco e introduzco la mano, fría como un puñal, igual que me recibe su sexo frío, diamantino y viscoso. Pero no me detengo, mi mano continúa su perversa prospección, gira rechinando y sube atravesando sus cálidas entrañas. Imagino su rostro demudado, absorto y dolorido, ¿o no? Cuando mi brazo ha penetrado por completo, mi mano se cierra como una tenaza de óxido y empujo hacia afuera con toda la fuerza que mi curiosidad me permite. En mi mano yace ahora un informe cuajarón de sangre y vísceras. No huele, por lo que imagino que tampoco tendrá mucho sabor. Quiero enseñarle su viscosidad, quiero mostrarle lo que hasta ahora la ha sostenido en la vida biológica y que ahora no es más que un cúmulo de informes despojos. Desearía que hiciera lo propio conmigo, en un gesto de amor brutal, pero cuando uno da el otro recibe, y la dádiva recíproca se vuelve imposible. Sin embargo una sonrisa bastaría para demostrar que está conforme...
Nuestra carne, y con ella nuestro amor, chorrean por entre viscosas sinuosidades. Desde el líquido amniótico que nos cobijó en el seno materno, hasta las putrefactas licuefacciones que insinúan nuestro esqueleto, la vida se desliza por el resbaladizo mundo de lo viscoso. También el terror tiene la textura de lo viscoso. Ohh, Nyarlathotep, yo te invoco. Ohh Yog Sothoth, yo te invoco...Lo viscoso numinoso con sus tentáculos más allá del cosmos acarician nuestras noches de terror. O dulce carne que apareces cuando eres desgarrada por el deslumbrante cuchillo...
Ohhh dulce flujo vaginal, ohhh dulce semen. Oh dulce saliva y dulce tinta que desveláis la lúbrica naturaleza del lenguaje...
¿Y el cerebro?

viernes, 17 de octubre de 2008

La pregunta del millón...

Si el régimen heterosexual está en la base de toda otra forma de opresión, puesto que la producción del cuerpo normalizado pasa necesariamente por la regulación del deseo. Si podemos traducir dicho régimen, sea cual sea su forma histórica concreta, en el binomio macho-puta. Y si cualquiera que sea la sexualidad vivida: gay, lésbica, trans, drag (queen, king), hetero,...todas ellas son inscribibles en ese binomio ultrarepresentacional. ¿Cuáles son las relaciones de resistencia que pueden componerse para escapar a esa sobredeterminación del deseo?

Por supuesto que se esperan respuestas para componer las posteriores entradas de este blog.

jueves, 16 de octubre de 2008

Y ni siquiera conocía de la existencia de la teoría King Kong

Nos encontramos frente a la pantalla de televisión, ese flourescente espacio de cruzamiento de lo público y lo privado, o mejor dicho, de producción pública de la sólo aparente subjetividad privada. En principio sería indiferente si sustituimos la pantalla de TV por una de ordenador. Emiten, y no por casualidad (nosotros lo hemos seleccionado) una película porno. Allí se representa, es decir, se pone en escena, la cadena semiótico-corporal que determina las asignaciones de género, sexualidad y sexo. El circuito mamada-follada-eyaculación distribuye la relación entre los cuerpos y entre éstos y el espacio (posiciones relativas y absolutas). En principio las segmentaciones corporeo-genéricas son muy claras. La especial luminosidad del porno, el maquillaje, el vestuario y las actitudes corporales se encargan de generar una artificial estética, casi de juguete o muñeco de plástico, que producen sobre el plano los ideales de hombre y de mujer. Pero ocurre que la transición del plano general (posición relativa) al corto (posición absoluta) adolece de una curiosa y perturbadora característica. Estas transiciones son producidas enteramente mediante el montaje, siempre aplicando un corte desde el plano general al corto, sin que podamos saber si dicho modo de realizar la transición se debe a condiciones puramente técnicas (la caída en el desuso del zoom) o a ¿un despiste de consecuencias insospechadas? El caso es que este efecto de discontinuidad que nos arroja de repente al detalle de la lubricidad genital, a la máxima cercanía a partir de la cual los elementos del plano serían indiscernibles: boca-polla, polla-coño, polla-ano, mano-coño, mano-polla, etc..., digo que esta discontinuidad entre la fácil distinción de los géneros, que no de los sexos, que nos procura el plano general y la fácil distinción de los sexos, que no de los géneros, que proporciona el plano ¿detalle?, abre la posibilidad a una incorporación ambigua del deseo del espectador, generalmente bio-macho masturbatorio, a la corporalidad puesta en juego. Me explico, si al espectador no se le ofrece la posibilidad de seguir enteramente el camino que va del contexto de identificación (plano general) al contexto de la acción (planos cortos de penetraciones, mamadas y demás), es fácil que su identificación genérica haga aguas, lo que produce inmediatamente una transformación de su sexualidad que lo convertirían en la chica-puta que recibe gustosa el gran falo del actor.
Esta distorsión de las pautas de identificación visual que provocan las técnicas cinematográficas del porno tienen una lectura adicional, quizá explicativa, quizá justificadora, pero que se corresponde enteramente, punto por punto, con la ¿accidental? adopción del espectador bio-macho de porno de la posición de la puta. Esta lectura es un poco más forzada, más subjetiva, pero igual de eficaz en cuanto a sus consecuencias. Pensemos en la escena de la penetración en la película porno. Esta escena además constituye el modelo de todas las penetraciones cotidianas, modelo imposible pero real. Mejor sería ampliar nuestro punto de partida del análisis en lugar de únicamente a las penetraciones, a todas las escenas en que es visible el pene. Dejémoslo entonces en que debemos pensar todos los planos en que el falo es protagonista. Ese falo nos hostiga como una presencia abusiva (y no especialmente por su tamaño, sino por su arrogante insistencia). No se le puede desplazar, es ubicuo y casi desbordante. Por tanto es muy difícil acoplarse a la posición del bio-macho fálico para proyectar fantasmáticamente nuestro cuerpo-deseo en la escena. Él lo ocupa todo. A lo mejor Lacan teorizó la imposibilidad de ocupar el lugar del falo a través de esta intuición pornográfica. Sólo quedarían entonces los resquicios, las hoquedades que deja la actriz-puta (evidentemente le estamos presuponiendo a la imagen-pantalla propiedades gravitacionales además de la propiedad de incorporabilidad que posee en evidencia), sus orificios como los lugares en que nuestro deseo puede proyectarse, encontrar un espacio por el que poder transitar. ¿Quién no ha experimentado viendo una película porno tal cercanía al placer y al cuerpo de la actriz-puta que ha llegado a confundir su propio placer con el de ella? ¿No nos asomamos al porno los bio-machos para precipitarnos sobre la pronunciada superficie del cuerpo de la actriz, para pegarnos tanto a sus senos, a sus orificios, que llegamos a desear poseer esos senos y esos orificios, ser nosotros esos senos y esos orificios? ¿Y no desearíamos por extensión, como consecuencia del script, ser follados por esas enormes pollas con que tanto se "deleitan" nuestros cuerpos de puta?
Esto quizá permita explicar también el por qué se nos hace más llevadera una escena lésbica que, aunque desde los presupuestos de la imagen pornográfica industrial sea tan solo una preparación para la llegada del macho, en su captación inmediata y prescindiendo de su posible funcionalidad como off, nos resulta más placentera.

En definitiva todos zorras, todos lesbianas...

sábado, 11 de octubre de 2008

La entrada más corta del mundo

¿Por qué seguir a Beatriz Preciado, aunque seguir pudiera significar ir a la zaga? Por lo siguiente: "La intención del presidente de gobierno, Nicolas Sarkozy, hecha pública el 21 de agosto de 2007, de crear una ley que prescriba la utilización de terapias de castración química para tratar a los delincuentes sexuales es un eslabón más en la escalada de los poderes políticos por producir y controlar la sexualidad masculina" (Testo Yonqui, Beatriz Preciado. Espasa Calpe 2008)

Por su contundente actualidad al hacer filosofía. Porque no nos habla de un hipotético ser griego al que nadie le interesa, por eso, nos declaramos fans (cual quinceañeras en concierto) de Beatriz P. Por eso y por mucho más...

lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Contra el orgasmo?


Homenaje a Testo Yonqui

Quizá el gran orgasmo de nuestra más reciente contemporaneidad, y quizá de nuestra modernidad en su conjunto, haya sido la eyaculación de fuego originada en las Torres Gemelas (esos 2 grandes falos seccionados) aquél ya memorable 11 de septiembre del 2001. En aquél espectacular y aparatoso acontecimiento no sólo se pusieron en juego los elementos simbólicos y materiales más visibles de nuestra tecnificada cultura (el apocalipsis de fuego con sus 2 jinetes de acero emergiendo de los cielos, la monumentalidad herida de una civilización decadente, implosiva...) sino que también se escenificó nuestra culpa sexual más profunda.

En el orgasmo, a pesar de todas las mistificaciones que en torno a él se han construido, no deja de ser lo más importante la sensación de vaciedad que nos procura. Nos afanamos como bombas de agua hechas de carne (cual seres cronemberguianos) en inflarnos y desinflarnos de placer. Es posible incluso que nuestro placer consista precisamente en esta peculiar forma de autorregularnos. Freud, al definir el placer como descarga, nos proporcionó la fórmula con la que mantener niveles tolerables de excitabilidad. ¿Tolerables para quién? Esta línea de la investigación fisiológica que teoriza los cuerpos como unidades sistémicas autorregulables entronca con demasiada facilidad con esa otra línea de la teoría jurídica que presenta el cuerpo político de un Estado como un sistema autorregulable de flujos normativos, reduciendo el individuo y la complejidad de su socialización a meros procedimientos ¿Y cómo no sentirse culpable de haber desprendido del cuerpo una considerable suma de energía, como aquél desprendimiento masivo de individuos que llevó a cabo el excitable Estado nazi? Vacío culpable es el efecto inmediato de nuestra sobrecodificada descarga eyaculatoria, y esto tanto en hombres como en mujeres y sus sucedáneos.
Así las cosas aquél 11 de septiembre nuestra civilización no debió sentir especial rabia por su antagonista islámico, ese demonio que nos han pintado barbudo y kamikaze, sino que debió sentirse, por el contrario, terriblemente vacía por esa sobredescarga eyaculatoria que nos puso como en un espejo, frente a nuestra verdad más profunda, nuestro movimiento de vaciado implosivo. El capitalismo, en la era hipertecnificada de los medios de producción y los objetos de consumo, nos invita a consumir el cuerpo como último bastión de energía productiva, y junto con el cuerpo todos los efectos imaginarios derivados de su consumo sexual. Quizá la necesidad expansiva del capitalismo haya tomado, al toparse con los límites físicos del planeta, una deriva de intensificación de la explotación y la circulación que lo vuelven implosivo, del mismo modo en que colapsa una estrella que ha tocado su umbral de presión y temperatura. De ahí la necesidad de emitir chorros, productivos de plusvalía claro, que nos inocula el Capital implosivo y sobrecargado. Nuestros cuerpos constituirían, de poder verificarse esta hipótesis, válvulas por las que el cuerpo socio-económico y político regula un intercambio (ya no puede haber descarga pura en la fase de la subsunción real) de flujos cada vez más acelerados, y el orgasmo se erigiría entonces como el pilar sobre el que se asentaría la explotación humana.
Hipótesis, por tanto:
- El capitalismo ya no puede extenderse más (solo en la ficción literaria y cinematográfica de los viajes y colonizaciones espaciales se produce esto) y por tanto tiende a un movimiento intensivo e implosivo.
- El 11 S fue el gran orgasmo que confirma nuestra culpa (tristeza) eyaculatoria por el consumo plusvaloratorio de nuestro cuerpo.
- El conjunto de eyaculaciones, erecciones, excitaciones, piropos, acosos, frustraciones, etc... que experimentamos constituyen los índices de explotación que sufrimos y por ende señalan también la posible orientación del beneficio económico que generamos.
- El cuerpo, en su vertiente erótica, ya no es solo una materia de disciplinación y control, sino también el centro nuclear de las explotaciones económicas. Este es el sentido, calificado como suave por Beatriz Preciado, en el que analiza y teoriza Negri la nueva fuerza de trabajo del capitalismo postfordista y postayloriano: trabajo cooperativo, trabajo afectivo...

Por nuestra parte querríamos señalar, como necesidad apremiante de la resistencia, la de encontrar las formas en que el erotismo no remita teleológicamente al placer de la descarga. Y por ello y en primer lugar:

Contra el Estado y el Capital, que viva la anarquía y el antiorgasmo!!!